Este es una carta dirigida a una niña de secundaria que le interesaba sobre los pueblos indígenas hace tres años.
Para tod@s los niñ@s y demás interesados en la suerte de los pueblos originarios del Mundo.
Profesor Mónico Silverio Evangelista. Publicado en el Colotlense (fecha)Guadalajara, Jalisco. 25 de febrero de 2003. Época (dizque) moderna.
Anahid, sólo Anahid, como pudiera ser cualquiera de los nombres, como nuestros nombres huicholes.Querida niña mujer, miembro del pueblo mestizo. Te saludo. Te saluda un wixa, (huichol), que quiere adentrar a tu pensamiento en forma de letras. Te escribo, porque llamó mi atención tu interés por los pueblos indígenas en una situación de globalización del capital. Te hablo, de la suerte que depara a los pueblos indígenas del mundo, y de México en el futuro próximo. Te hablo, lo que tiene para nosotros el imperio mexicano, quien a la cabeza de esta nación multilingüe y pluricultural, arropa con la palabra: cambio. El Emperador Fox. (Que hoy podría ser Calderón)Los pueblos indígenas vienen de lejos en su propia tierra, de miles de millones de años en América. De las profundidades del espacio y del tiempo, la palabra indígena y su presencia está enterrándose poco a poco, a las claras aguas de nuestra vida, en la historia de hoy, la llamada globalización, es la última de los intentos para borrar, desaparecer y destruir, como siempre, a todos los pueblos indígenas del planeta, en general, y de México, en particular.Globalización. Globalización. Palabra de moda, de esta historia truculenta del capital imperial, que sólo encubre el imperialismo más rapaz. ¿Qué es la globalización para los pueblos indígenas? Sólo eso: despojo, una historia que nunca ha acabado de terminar para nosotros. Despojo de lo único que nos queda en nuestros territorios: nuestras aguas, tierras, aire, recursos naturales, de nuestras zonas arqueológicas legado de nuestros antepasados, de los ríos, de la lengua, de la cultura, historia, religión, de la dignidad, etc.Andando en la historia y hurgándola encontramos hace más de quinientos años, lo que ahora es botón de prueba: el despojo de tierras más aberrante de toda la historia de la humanidad, no sólo de México sino de todos los pueblos colonizados. Es la globalización. Que ellos llamaron civilización. Los pueblos indígenas americanos fuimos invadidos por españoles, portugueses, franceses, holandeses e ingleses y el consiguiente exterminio de millones de indígenas, véase Cuba, por los españoles, Estados Unidos por los ingleses, y esta historia sigue aún con la bendición de la Iglesia. Recordemos también, que con la expansión del capitalismo en el mundo, se expolió a naciones enteras y en el caso de África, fue si no abominable, una afrenta de la civilización: la compraventa de seres humanos, de esclavos negros a diversas naciones del mundo. ¡Llegó la civilización! ¡Viva la civilización! ¡Mueran los salvajes! La historia colonial sigue y se encaja en las nuevas generaciones de la sociedad nacional. En muchos pueblos del mundo los imperialistas llegaron para quedarse. Otros se sacudieron de esta opresión. La historia va para unos, para otros va escondida. El periodo independiente, que debería haber sido también de independencia para los pueblos indígenas, no lo fue, sino que arreció, bajo otra clase: la burguesía liberal nacional, los colonos imperiales se transforman, y como siempre significó el despojo de tierras. Es decir, aquellos que invadieron nuestras tierras, no contentos con lo que tenían promulgaron leyes para quitarnos más tierras.En el Acta Constitutiva de la Federación de 1824 había tan sólo un artículo de la misma que fue dedicada a los pueblos indígenas, cuando el 80 por ciento de la población nacional era indígena. En el artículo 13, fracción X, esta clase triunfante, estableció: ``corresponde exclusivamente al Congreso General dar leyes y decretos: [...] para arreglar el comercio con las naciones extranjeras y entre los diferentes estados de la federación y tribus de indios''.Nosotros los originarios de estas ancestrales tierras, te preguntamos Anahid ¿La sociedad nacional mestiza y sus representantes en el Congreso de la Unión, del gobierno federal y estatal y en sí del Estado Mexicano, debe darnos trato de extranjeros en nuestra propia tierra? ¿Nosotros no podemos tener derecho y siquiera a reconocernos como pueblos a darnos la vida que queremos en una nación donde coexistimos más de 56 grupos o pueblos indígenas con 15 millones habitantes? Con Fox, con la gran marcha zapatista, se nos niega legalmente reconocernos una vez más, a pesar de el consenso de millones de mexicanos. Somos lo que no nos ven. ¿Por qué nos niegan, autoproclamados mexicanos extirpe venido de allende los mares? ¿Que nos depara en este gobierno y en los años que siguen? No es necesario esperar otra cosa. Esperamos sólo el despojo, un Plan ya esta en marcha, el Plan Puebla Panamá, el PPP.A raíz de la negativa del Congreso y del Estado Mexicano de negarnos la Ley de Derecho y Cultura Indígena, enfrentamos su ejecución. Entendemos que la negativa rotunda e incluso la involución en los derechos de los pueblos indios, queda directamente asociada a los requerimientos territoriales del PPP.Nosotros pedimos alzando nuestra mano en puño, al unísono nuestras voces también alzar: ¡no a la violencia!, ¡no a la guerra imperialista!, ¡no la muerte!, ¡no a la compraventa de seres humanos!, ¡no a la invasión!, ¡no al despojo!, ¡no al racismo!Construyamos una gran casa para todos los pueblos de México, construyamos desde la escuela, una escuela de vida plural, multiétnico, multicultural, multilingüe y multinacional. Una educación intercultural que quepamos todos. Un abrazo muy fuerte a la niña que se va en las letras que terminan y vuelva de su fuente para otros, de sus letras a las voces que escuchan y hablan escuchando, que vuelven a aprender de los que no se ven, de los que han sido borrados, que son historia pero que son y somos presente y futuro